Intervención para solucionar conductas agresivas en el medio
escolar.
La agresividad surge por varias razones, casi siempre se desarrolla por medio del entorno familiar; sin
embargo existen otros motivos que la pueden generar.
Esta se define como
el comportamiento tendiente a perjudicar o lastimar a otra persona (Parke y
Slaby, 1983). A medida que la vida de un numero creciente de familias se ve
afectada por la violencia, los políticos, y los ciudadanos interesados buscan
formas de detenerla.
La agresividad es, como la ansiedad, un comportamiento o conducta que, a
cierto nivel, se considera normal, funcional y necesaria para la supervivencia
y la vida cotidiana pero que, a ciertos otros niveles, se considera anormal,
disfuncional y generadora de muchos otros problemas de salud.
Las personas que suelen ser muy agresivas
necesitan ayuda por parte de profesionales de la salud mental (psicólogos,
psiquiatras, trabajadores sociales, neurólogos, incluso etólogos).
La
agresividad pasiva es mucho más
difícil de detectar. Tradicionalmente se consideró que se producía en forma de
sabotaje. Los trabajadores pasivo-agresivos eran aquellos que ponían todo tipo
de trabas a las actividades de la empresa.
Si un niño está expuesto a estar en un conflicto donde se presente la
agresividad como los golpes, las palabras altisonantes, creará en él la
suposición de que lo observado es normal. El otro caso se puede dar en el
contexto social como en la escuela, un ejemplo es: un niño agresivo agrede a otro, haciéndolo reaccionar de
una manera agresiva, ya sea en ese momento o que se genere posteriormente.
Para un buen desarrollo infantil, el niño se debe sentir aceptado por la sociedad donde se desenvuelve , con su familia o escuela. Para esto es necesario que haya un equilibrio en las emociones del mismo. Los docentes tienen esta tarea tan importante que es la de observar y darse cuenta de las anomalías en la conducta que puede presentar un niño, también debe ser multiplicador de valores y actitudes de convivencia, hacer uso del afecto y la comunicación efectiva como herramientas pedagógicas.
Consiguiendo el apoyo de lo padres modificar el problema no será difícil y posiblemente logremos eliminarlo. De ahí la importancia de elaborar este proyecto en las escuelas pues a pesar de los demasiados factores que pueden provocar la agresividad como: el ambiente, cultura, familia, predisposición genética, entre otros; no es una conducta fácil a tratar pues implica llevar todo un proceso de cambio en las personas agresivas ,el cual no siempre aceptan; además la familia tiene la labor de solidarizarse , pues es un problema en conjunto.